Don Pedro Arenas era un porfiado cateador que en la segunda mitad del siglo 18 que llegó a tierra amarilla en busca de fortuna.
En sus largas caminatas portaba en una caña ahuecada la imagen de la virgen de Loreto, era tanta la devoción por la virgen, que se encomendó a ella y le ofreció levantarle un templo si encontraba vetas de plata.
Pedro Arenas acostumbraba salir a buscar derroteros con sus amigos, pero un día se quedo dormido, y cuado el recién iba, sus amigos ya venían de regreso.
En las cenizas que dejaron sus amigos después de tomar mate, Pedro Arenas encontró que las piedras brillaban mucho, y a escasos metros del lugar encontró una riquísima veta de plata,
así, la virgen cumplió y Pedro Arenas pagó el ofrecimiento levantando la capilla de nuestra señora de Loreto en tierra amarilla.
Esta posteriormente se quemó pero fue reconstruida a comienzos del siglo pasado.....
En sus largas caminatas portaba en una caña ahuecada la imagen de la virgen de Loreto, era tanta la devoción por la virgen, que se encomendó a ella y le ofreció levantarle un templo si encontraba vetas de plata.
Pedro Arenas acostumbraba salir a buscar derroteros con sus amigos, pero un día se quedo dormido, y cuado el recién iba, sus amigos ya venían de regreso.
En las cenizas que dejaron sus amigos después de tomar mate, Pedro Arenas encontró que las piedras brillaban mucho, y a escasos metros del lugar encontró una riquísima veta de plata,
así, la virgen cumplió y Pedro Arenas pagó el ofrecimiento levantando la capilla de nuestra señora de Loreto en tierra amarilla.
Esta posteriormente se quemó pero fue reconstruida a comienzos del siglo pasado.....
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