El alicanto libertario

Llegó otra vez volando el cuervo insaciable
trayéndonos su sombra interminable

Hay algunos que se hinchan con gran esmero
sirviendo la codicia del extranjero

Hay otros que se hincan ya sin destino
chupando las patas del santiaguino

Porque hay desventurados que por migajas
lamen la suela del que los ultraja

Pero no está lejano el día glorioso
en que seremos libres de los mañosos

y el cuervo insaciable huirá con espanto
recibiendo aletazos del alicanto
recibiendo aletazos del alicanto.


Modificación ad-hoc de la letra de Patricio Mans.




Pobre glaciar, que te haz negado a morir, que por miles de años nos haz surtido del vital elemento, el desmedido ánimo de lucro te quiere derrotar