No habían sido pocos los desaciertos de las autoridades políticas en Atacama, entre ellas destaca el escarnio público y el asesinato de varios periodistas, lo que lleva a la rebelión a los copiapinos el 5 de enero de 1859.
Comandados por Pedro Zapata los atacameños asaltan el cuartel de policía, provocando la huida del intendente José María Silva Chávez, ergo va a ser proclamado intendente Pedro León Gallo.
Es imprescindible destacar que Pedro León Gallo ha sido el único Intendente electo en Chile, elección que al día de hoy se nos presenta más que necesaria dentro de un proceso de verdadera regionalización y democratización del país. Lamentablemente la elección de la primera autoridad regional es algo que no ha ocurrido más.
Producto de la rebelión regional el gobierno central declara en rebeldía a Copiapó y a los Atacameños, quienes preparan su propio ejército “El Constituyente” en las filas de las tropas destacaban Los Zuavos de Atacama, los cazadores de Africa y la legión Huasquina, quienes enarbolando el estandarte azul y oro, y corbo en ristre se preparaban para enfrentar a las tropas de Montt.
Junto a la formación del ejército se puso en funcionamiento una maestranza con el fin de preparar los cañones y las armas que los revolucionarios necesitarían para enfrentar las acciones bélicas.
Nuestra opinión es que esta debió emplazarse en la calle Atacama entre las actuales calles Yumbel y Yerbas Buenas.
El nuevo gobierno contó con su propia Casa de Moneda, ubicada frente a la actual plaza de armas en la calle O`Higgins, suponemos siguiendo a algunos autores que se habrían acuñado 400 mil pesos de la moneda llamada constituyente [9].
Se estableció como emblema constituyente la bandera azul con la estrella dorada, estos colores representan el liberalismo y el laicisismo que predicaban los revolucionarios constituyentes que anhelaban un nuevo orden político institucional, una nación federal, sistema que estimaban era el mejor para el desarrollo de la república.
A estas alturas Pedro León Gallo, se había desentendido de los liberales santiaguinos, y del resto de la sedición desentralizadora que se preparaba en otras partes del país.
El ejército atacameño, debió avanzar al sur y aislar a las tropas del norte que desembarcaron en el antiguo puerto de Copiapó al noroeste de la ciudad, estrategia que obligo a los sitiadores a irse sin lograr ninguna baja o lesión contra los soldados copiapinos.
Por su parte las tropas regulares avanzaban hasta Vallenar, ciudad que tomaron sin ninguna resistencia. Vallenar estaba de su parte.
En el valle del Huasco se sumó más contingente y desde la capital de esa provincia se dirigieron a La Serena, donde los esperaban las tropas regulares del gobierno de Montt, armados hasta los dientes.
El 14 de marzo de 1859 en las cercanías de esta ciudad se desarrollo la batalla de los Loros.
En ella, flameaba por un lado la bandera de Chile y por el otro la azul y dorada de los constituyentes libertarios.
Las acciones bélicas osilaron en un equilibrio de fuerzas durante largas horas, cada vez que los constituyentes acestaban un golpe, venía un vendaval igual de duro por parte de los centralistas.
En un determinado momento los Zuavos atacameños cuál mirmidones se lanzaron corvo en mano asestando duras, sangrientas y mortales estocadas a sus rivales, mermando rápidamente las tropas enemigas, el contingente constituyente no mal gastaba sus energías, cada mandoble de su corvo era letal, cada movimiento de su filoso instrumento era solo para matar.
La acometida de los zuavos en la furibunda refriega hizo retroceder a las tropas centralistas, el arrojo y valentía con los que se enzarzaron en la lucha cuerpo a cuerpo atemorizó fuertemente las filas de Montt, y golpe tras golpes el contingente de elite de las filas atacameñas puso en fuga al ejército enemigo.
Las tropas de Gallo vencieron y entraron triunfantes en la ciudad de La serena, donde fueron recibidos con vítores. Los serenenses y coquimbanos apreciaban de igual modo el impulso descentralizador de Chile.
Estos hechos provocaron un hondo impacto en el país, liberales como Santa María y Federico Errazuriz, ya se imaginan entrando triunfante al palacio de La Moneda al caudillo copiapino.
Los liberales capitalinos ya no solo se habían desembarcado de la revuelta constituyente, si no que además criticaban el accionar de Gallo y de sus hombres. De esta forma la revolución adquiere un sesgo netamente atacameño y regional.
Las tropas de León Gallo, son detenidas en Cerro Grande, entre La Serena y Coquimbo, merced a la traición y deslealtad de los liberales santiaguinos, al mayor poder de fuego del comandante Juan Viadurre Leal y al desgaste propio de la empresa revolucionaria.
Pedro León Gallo, es derrotado en Cerro Grande, y vive la batalla más difícil de su vida, “el exilio”.
El historiador Mario Bahamonde, nos relata del siguiente modo la peregrinación del líder de Atacama en tierras extrañas.
"El paso de los Andes fue para el héroe de Los loros un calvario: llevaba consigo la pérdida de sus esperanzas de libertad para su patria, el sentimiento de abandono del hogar donde quedaba una madre afligida y el adiós póstrero de sus amigos muertos en el campo de batalla".
En su penoso ostracismo estuvo en Argentina, Estados Unidos y Europa.
Regresa a Chile en 1863.
Como consecuencia directa de la revolución constituyente, el delfín y Ministro Antonio Varas renuncia a su candidatura, por lo que en la práctica real la república conservadora llega a su fin, vendría ahora un presidente de transición, que diera garantías a todos los grupos en pugna.
José Joaquín Pérez Mascayano, sería quien modificaría la constitución de1833 acortando el mandato presidencial a solo 5 años.
La idea y acción de los constituyentes atacameños fue el detonante para estos cambios, con ellos vendría a cambiar el curso de la historia chilena, con la revolución del 59, se producía una profunda escisión en la peridificación de la historia nacional, era el hito fundacional de la nueva etapa de la historia, la etapa liberal.
Pedro León Gallo, posteriormente regresa a Chile y representa a Copiapó siendo diputado y Senador por Atacama.
El caudillo muere el 16 de diciembre de 1877, pero su profundo legado se escucha hasta nuestros días.
Guillermo Cotes Lutz, Doctor en Historia.
Comandados por Pedro Zapata los atacameños asaltan el cuartel de policía, provocando la huida del intendente José María Silva Chávez, ergo va a ser proclamado intendente Pedro León Gallo. Es imprescindible destacar que Pedro León Gallo ha sido el único Intendente electo en Chile, elección que al día de hoy se nos presenta más que necesaria dentro de un proceso de verdadera regionalización y democratización del país. Lamentablemente la elección de la primera autoridad regional es algo que no ha ocurrido más.
Producto de la rebelión regional el gobierno central declara en rebeldía a Copiapó y a los Atacameños, quienes preparan su propio ejército “El Constituyente” en las filas de las tropas destacaban Los Zuavos de Atacama, los cazadores de Africa y la legión Huasquina, quienes enarbolando el estandarte azul y oro, y corbo en ristre se preparaban para enfrentar a las tropas de Montt.
Junto a la formación del ejército se puso en funcionamiento una maestranza con el fin de preparar los cañones y las armas que los revolucionarios necesitarían para enfrentar las acciones bélicas.
Nuestra opinión es que esta debió emplazarse en la calle Atacama entre las actuales calles Yumbel y Yerbas Buenas. El nuevo gobierno contó con su propia Casa de Moneda, ubicada frente a la actual plaza de armas en la calle O`Higgins, suponemos siguiendo a algunos autores que se habrían acuñado 400 mil pesos de la moneda llamada constituyente [9].
Se estableció como emblema constituyente la bandera azul con la estrella dorada, estos colores representan el liberalismo y el laicisismo que predicaban los revolucionarios constituyentes que anhelaban un nuevo orden político institucional, una nación federal, sistema que estimaban era el mejor para el desarrollo de la república.
A estas alturas Pedro León Gallo, se había desentendido de los liberales santiaguinos, y del resto de la sedición desentralizadora que se preparaba en otras partes del país.
El ejército atacameño, debió avanzar al sur y aislar a las tropas del norte que desembarcaron en el antiguo puerto de Copiapó al noroeste de la ciudad, estrategia que obligo a los sitiadores a irse sin lograr ninguna baja o lesión contra los soldados copiapinos.
Por su parte las tropas regulares avanzaban hasta Vallenar, ciudad que tomaron sin ninguna resistencia. Vallenar estaba de su parte.
En el valle del Huasco se sumó más contingente y desde la capital de esa provincia se dirigieron a La Serena, donde los esperaban las tropas regulares del gobierno de Montt, armados hasta los dientes.
El 14 de marzo de 1859 en las cercanías de esta ciudad se desarrollo la batalla de los Loros.
En ella, flameaba por un lado la bandera de Chile y por el otro la azul y dorada de los constituyentes libertarios.
Las acciones bélicas osilaron en un equilibrio de fuerzas durante largas horas, cada vez que los constituyentes acestaban un golpe, venía un vendaval igual de duro por parte de los centralistas.
En un determinado momento los Zuavos atacameños cuál mirmidones se lanzaron corvo en mano asestando duras, sangrientas y mortales estocadas a sus rivales, mermando rápidamente las tropas enemigas, el contingente constituyente no mal gastaba sus energías, cada mandoble de su corvo era letal, cada movimiento de su filoso instrumento era solo para matar.
La acometida de los zuavos en la furibunda refriega hizo retroceder a las tropas centralistas, el arrojo y valentía con los que se enzarzaron en la lucha cuerpo a cuerpo atemorizó fuertemente las filas de Montt, y golpe tras golpes el contingente de elite de las filas atacameñas puso en fuga al ejército enemigo. Las tropas de Gallo vencieron y entraron triunfantes en la ciudad de La serena, donde fueron recibidos con vítores. Los serenenses y coquimbanos apreciaban de igual modo el impulso descentralizador de Chile.
Estos hechos provocaron un hondo impacto en el país, liberales como Santa María y Federico Errazuriz, ya se imaginan entrando triunfante al palacio de La Moneda al caudillo copiapino.
Los liberales capitalinos ya no solo se habían desembarcado de la revuelta constituyente, si no que además criticaban el accionar de Gallo y de sus hombres. De esta forma la revolución adquiere un sesgo netamente atacameño y regional.
Las tropas de León Gallo, son detenidas en Cerro Grande, entre La Serena y Coquimbo, merced a la traición y deslealtad de los liberales santiaguinos, al mayor poder de fuego del comandante Juan Viadurre Leal y al desgaste propio de la empresa revolucionaria.
Pedro León Gallo, es derrotado en Cerro Grande, y vive la batalla más difícil de su vida, “el exilio”.
El historiador Mario Bahamonde, nos relata del siguiente modo la peregrinación del líder de Atacama en tierras extrañas.
"El paso de los Andes fue para el héroe de Los loros un calvario: llevaba consigo la pérdida de sus esperanzas de libertad para su patria, el sentimiento de abandono del hogar donde quedaba una madre afligida y el adiós póstrero de sus amigos muertos en el campo de batalla".En su penoso ostracismo estuvo en Argentina, Estados Unidos y Europa.
Regresa a Chile en 1863.
Como consecuencia directa de la revolución constituyente, el delfín y Ministro Antonio Varas renuncia a su candidatura, por lo que en la práctica real la república conservadora llega a su fin, vendría ahora un presidente de transición, que diera garantías a todos los grupos en pugna.
José Joaquín Pérez Mascayano, sería quien modificaría la constitución de1833 acortando el mandato presidencial a solo 5 años.
La idea y acción de los constituyentes atacameños fue el detonante para estos cambios, con ellos vendría a cambiar el curso de la historia chilena, con la revolución del 59, se producía una profunda escisión en la peridificación de la historia nacional, era el hito fundacional de la nueva etapa de la historia, la etapa liberal.
Pedro León Gallo, posteriormente regresa a Chile y representa a Copiapó siendo diputado y Senador por Atacama.
El caudillo muere el 16 de diciembre de 1877, pero su profundo legado se escucha hasta nuestros días.
Guillermo Cotes Lutz, Doctor en Historia.
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