Honorable Diputado
Don Patricio Hales D.
Estimado Don Patricio.
Lo primero, le hago presente que agradezco y valoro mucho la información que usted nos envía, a veces más completa y frecuente que la que nos dan nuestros propios diputados.
Igual cumplo con exponerle con franqueza, que tanto en la TV como en las radios, lo del famoso fracaso del Transantiago, nos tiene hasta la coronilla. Es más, acá en las postergadas regiones la movilización es más cara, y en Santiago se ha mantenido más barata gracias a un enorme subsidio que al final del día pagamos todos en el país, lo que no deja de ser muy injusto.
Sepa usted, que de la carretera doble vía prometida a esta región, aún no se divisa obra alguna, pese a los años transcurridos.
A mi juicio, ese Transantiago fue mal diseñado, y mal ejecutado, y me huele que no tiene arreglo, por lo que probablemente sería mejor hacer la pérdida ya, y rediseñarlo por completo. Más bien eso debieron hacer a los pocos meses de su puesta en marcha, como algunas lo sugirieron.
En relación con los empresarios a que usted alude, y que no han cumplido sus contratos ni sus palabras, dos cosas:
Primero. Quienes negociaron por el gobierno, han demostrado haber sido personas sin la preparación ni astucia necesarias. Para negociar con privados expertos en negocios, los empleados públicos deben hacerse asesorar por gente con experiencia en negocios privados. No hacerlo importa meterse a nadar en una piscina llena de tiburones. Mire usted lo de Codelco y China. Un negociador debe prever lo que puede pasar después, más aún si se está metiendo en un negocio por muchos años con bienes que son de toda la nación.
Segundo. En relación con esos empresarios del Transantiago, todos ya nos preguntamos, ¿y si los empresarios no cumplen ni la palabra, ni los contratos, entonces porqué no los sacan ya, y ponen a otros, o a lo menos porqué no inician derechamente las acciones conducentes a sacarlos y reemplazarlo por otros? La única respuesta que va quedando, lamentablemente es que ahí puede haber corrupción con gente e instituciones que van "en la parada" como se dice cotidianamente, y no que tienen interés en terminar con esa verdadera denegación de servicio.
Le saluda muy atentamente, y con el debido respeto,
Maria Pardo B.
Una Atacameña
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