Jotabeche



José Joaquín Vallejo Boscoski

(1811-1856)



El natalicio de uno de los más importantes escritores fué en Copiapó, en el seno de una humilde familia.
Su padre, Ramón Vallejo ejerció como platero, modesto oficio en los tiempos donde la plata era muy cotizada en la fabricación de los más diversos artefactos. Como orfebre tenía mucha habilidad en la fabricación de mates, bombillas, candelabros, adornos religiosos y piezas para cabalgaduras.
Su madre, Petronila Borcoski procedía de familias de Vallenar, y según se dice tendría antepasados polacos.
Uno de sus tíos fue 2º regidor de Vallenar (1822) y gobernador interino (1834).

Debido a las dificultades económicas por las que atravesó la familia, fue enviado a vivir con un tío en la ciudad de La Serena donde realizó sus primeros estudios.

Luego de ganar una beca del gobierno, continuó sus estudios en el Liceo Chile de Santiago, de propiedad del español José Joaquín de Mora.
Tras el cierre de dicho colegio, continuó en el Instituto Nacional, donde a sus 19 años siguió cursos de legislación, pero por dificultades económicas no pudo continuar.
En 1841 se trasladó a Copiapó -donde se iniciaba el período de auge en la minería de la plata-,allí instaló una oficina de abogado e inició la publicación de sus artículos en El Mercurio.
Sus vínculos sociales le permitieron iniciar con éxito algunas inversiones en la minería.
En 1845 fundó el diario El Copiapino, en el que difundió interesantes artículos costumbristas.

En los 45 años que alcanzó a vivir, con poco más de 20 años como adulto, fue minero de éxito, periodista, agricultor, regidor, diputado, diplomático y "el más gráfico y certero cronista de las costumbres y vidas y ambientes copiapinos, publicados en los diarios El Mercurio y El Copiapino, este último que el fundara en 1845 (…) es el escritor más representativo de la época de mayor auge de Chañarcillo", según Oriel Alvarez. Quien señala además en el libro Atacama de Plata (1979) y cito textual "En la región atacameña, muy pocos hombres pueden superar a José Joaquín Vallejo Borcoski, que en una existencia relativamente breve como la suya, haya sido tan intensamente vivida, de tan variadas y pioneras actividades, tan pródiga en acciones que calara tan hondo en la comunidad de su época y que dejara una estela luminosa para las generaciones futuras".
Por su parte Vicuña Mackenna lo caracterizó como un escritor “chilenísimo, ladino, criollo, malicioso, embelequero, copiapino y minero”.

Cabe destacar que fue minero de éxito durante un tiempo en las minas de Chañarcillo y fue uno de los principales impulsores de la idea del FF.CC de Caldera a Copiapó, que con su inauguración a mediados de 1851, entre ese puerto y Monte Amargo se constituyó en el primero de una República de Sudamérica (hubo uno en una colonia inglesa). El FF.CC. fue un símbolo del progreso nacional, en la época de oro del siglo XIX en Copiapó.


EL ESCRITOR

Jotabeche, con una habilidad extraordinaria para redactar, se caracterizó por los elementos costumbristas. También escribió leyendas y poesía. Pero lo fuerte fue posesionarse del sentimiento y alma de los copiapinos y los mineros de la zona, principalmente.

Dice el escritor vallenarino Benigno Avalos: "En tiempos de Jotabeche estaba todavía lejos la época de exaltación a lo vernáculo. No se hablaba entonces de chilenidad, pues nuestra naciente literatura permanecía influenciada por el romanticismo hispano".

Al referirse a Vallenar señala Jotabeche: "Yo te saludo bello Edén, plantado entre las áridas soledades del norte, cual rosa entre abrojos y zarzales. Tú eres el compatriota que abrazamos lejos del país querido donde nos mecieron en la cuna. Tú eres en medio de los yermos que te cercan, uno de aquellos relámpagos de dichas que brilla en las borrascas de la existencia".

Este hombre de tantas y múltiples actividades, o tendencias vocacionales, dio en su vida un lugar primo a la literatura y sobre cualquiera de sus éxitos, en las diversas áreas laborales, ha perdurado hasta hoy su enorme aporte a la literatura chilena.

Jotabeche, seudónimo que utilizaba al firmar, fue adoptado de las iniciales del escritor francés y gran amigo Juan Bautista Chenau.
Vallejo es reconocido por sus críticos, como el padre del costumbrismo,
Sus columnas, artículos de prensa y sus cuadros de costumbres, estaban cargados de humor y talento, y son un notable retrato de la vida cotidiana de la época.

Perteneció al movimiento literario denominado la Generación de 1842 y desarrolló en sus escritos una “observación profunda y fina del lado ridículo de los hombres y las cosas, sazonado todo ello con un estilo llano, fluido, original e instintivamente correcto”, según expresó Alberto Edwards.

Falleció en la Hacienda Totoralillo, cerca de Tierra Amarilla el 27 de septiembre de 1856. La mayoría de sus escritos perduraron por los archivos de la prensa nacional, pero gran parte de sus manuscritos –muchos inéditos -, se perdieron al fallecer, puesto que fueron quemados, pensando sus familiares que la enfermedad que sufría y que lo llevó a la muerte era infecciosa y el ambiente podía estar contaminado.

Descendientes de este gran escritor chileno viven en Copiapó y otras zonas del país, entre éstos el poeta Octavio Vallejo Buchman (Copiapó).

SU CASA

En 1977, el Consejo de Monumentos Nacionales, incluyó en su lista de bienes patrimoniales, la casa donde vivió Jotabeche. La cual se encuentra en Totoralillo, en la comuna de Tierra Amarilla. Su construcción es una antigua casa de campo, rodeada de frondosos árboles y palmeras, con galerías y corredores, la cual es posible visitar.

SUS OBRAS:

En vida del autor sólo se publicó un volumen recopilatorio de sus escritos:

• Colección de los artículos de Jotabeche publicados en el Mercurio de Valparaíso, en el Semanario de Santiago i en el Copiapino, desde abril de 1841 hasta septiembre de 1847. Imprenta Chilena, 1847. Santiago.

Póstumamente se editó una ampliación del anterior trabajo:

• Colección de los artículos de don J. Joaquín Vallejo publicados en varios periódicos bajo el seudónimo de Jotabeche: 1841-1847. Imprenta del Deber, 1878. Valparaíso.

Entre sus artículos se pueden citar:

• El provinciano renegado

• Los cangalleros

• El carnaval

• La cuaresma

• Algo sobre los tontos

• Los descubridores del mineral de Chañarcillo

• Los chismosos

• El último jefe español de Arauco.



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