DÓNDE ESTÁ LA NOVEDAD

La Junta de Vigilancia del Río Copiapó (su Gerente General) asume que se vive una crisis hídrica. Luego la Seremi de agricultura dice que se seca el Tranque Lautaro.

¿Donde está la novedad en esto que se dice?

Se trata de un hecho que primero se anunció por "todo el mundo" desde hace dos décadas, y luego se ha denunciado por los pequeños y medianos agricultores y por habitantes de la zona, desde hace una década.

Es un hecho que ya se secó el milenario Río Copiapó, y es un hecho muy previsible que si seguimos así, luego se secarán totalmente las pocas aguas subterráneas que aún nos van dejando.

En este contexto, los llamados a limpiar los canales, y a utilizar de mejor manera el agua, a que se plante menos, etc., y falta poco para que llamen a tomar menos agua, resultan declaraciones idílicas que son pan para hoy hambre para más rato, ya ni siquiera para mañana. Son simples placebos, píldoras de paracetamol, o de mejorales, o alivioles como diría alguien que tiene algo más de edad.

Todos, absolutamente todos, ya sabemos cuáles son las causas de que el agua superficial y el agua subterránea se esté agotando totalmente en esta provincia.

Igualmente todos sabemos quiénes son los responsables de extraerla y llevársela por ductos para ocuparla, y otros para contaminarla y tirarla en lugares apartados de este valle.


Todos sabemos, salvo los ciegos y los interesados en mirar para el lado, los nombres de quienes nos han secado el agua en Copiapó, y quienes son los responsables a nivel privado y público, ya que el agua no se ha terminado de de improviso, solo por causa de la sequía, (que siempre hemos tenido periodos de sequía), o porque los Copiapinos estamos tomando demasiada agua. Pero, nos parece claro que los encargados, y las autoridades no quieren mencionarles por sus nombres, por alguna razón que se sospecha pero no se dice públicamente.

Pedro León GalloEn vez de proponer medidas casi infantiles, como esas de que los pequeños agricultores no siembren o siembren menos, o que no reguemos el jardín, deberían promover que los legisladores y otras autoridades en vez de hablar tanto, mejor actuaran de una buena vez, y defiendan con proyección de futuro, los destinos de esta región y del país, y hagan que derechamente se prohíba a la grandes empresas agrícolas y mineras extraer agua de este valle y que se la lleven fuera a kilómetros y kilómetros, y que se impida plantar lugares distantes del valle que nunca fueron agrícolas con aguas arrancadas y llevadas desde Copiapó. Deberían vigilar que se cumpla lo más luego posible, con instalar y hacer funcionar todas las plantas desalinizadoras y desaladoras de agua de mar que se anuncian y que hasta ahora se han vuelto puros anuncios y que se cumpla con lo anunciado en cuanto a que parte de esas aguas serán entregadas al Río Copiapó que han secado.

Claro, a quienes deberían defendernos, por estos días, les interesa más discutir horas, días y semanas, si el chileno que vive en Suecia puede votar sin condiciones o no, y lo que pasa con las elecciones de los peloteros del fútbol, o los berrinches de un entrenador, pero estos asuntos que son de vida o muerte para toda una región, parecen interesarles solo de vez en cuando y sin que ello les implique poner el empeño necesario, y hasta pareciera que temen correr riesgos para sus carreras futuras. Señores no olvidar que Atacama ha sido sostén de Chile, antes el límite norte del país, hasta hace un par de décadas el farellón que impedía el avance del desierto, ¿No se dan cuenta que si seguimos así, en tiempos no muy lejanos, las aguas del sector del centro del país también serán asoladas?.

Se dice hasta en la prensa, que tal empresa pondrá una planta para equis litros por segundo, que la otra hará otro tanto, y la otra pondrá otra que producirá aún más litros, y que de esa agua, verterán 200 o 300 litros al Río Copiapó, y que le venderán a empresas mineras que lo necesiten y a las grandes agrícolas para que éstas eviten sustraernos la poca agua que nos va quedando (gratis), para evitar consolidarnos después de miles de años de ser un verde valle, como un páramo desértico total, uno más de los del norte de Chile, y cuando los precios de los minerales bajen, o se vengan al suelo, pasar a ser algo similar a las hoy ruinosas salitreras o sufrir la letal postración de Chañarcillo.

Estos anuncios precedentes, que hasta hoy no se convierten en realidad, son unas de las pocas medidas cuerdas que se anuncian y que parecieran ir en el sentido correcto, pero por cierto que se han vuelto, como antes se dijo, en puros anuncios hasta ahora. De esto deberían ocuparse y no de andar dando consejos infantiles y que hasta resultan irrisorios para cualquiera que los oiga.


Por el futuro y la redención de Atacama, atentamente la II asamblea Constituyente, siempre en el corazón de la región.