Los Godoy y los revolucionarios de Atacama, por Arturo Volantines

Es larguísima la lista de hombres y mujeres ilustres de Atacama. Es muy difícil hacer un Canon, pero se puede seguir la huella de Pedro Pablo Figueroa y de Oriel Álvarez. Me refiero a los atacameños en relación a sus aportes a Atacama.

Mi opinión es un Canon en construcción; es una propuesta de Canon, absolutamente necesaria por lo vigorosa de la biografía atacameña; por la importancia de Atacama y de sus hijos en el mundo.

Los revolucionarios, los intelectuales, los mineros, los soldados y las mujeres dominan casi todo el Canon. La característica más común, entre ellos, es el ser revolucionario; característica sine qua non de Atacama.

Me parecen fundamentales: Guillermo Matta, José Joaquín Vallejo, Miguel Gallo, Juan Godoy, Diego de Almeyda, José Antonio “Manco” Moreno, Francisco San Román, José “Chango” López, Manuel Antonio Matta, José Santos Ossa, Pedro Pablo Figueroa, Carlos María Sayago, Elías Marconi Dolarea, Anselmo Carabantes, Rafael Torreblanca, Luis Uribe, Manuel José Orrella, Candelaria Goyenechea, Isidora Goyenechea, Filomena Valenzuela, Delfina María Hidalgo, Carmen Vilches, Teresa de Guevara, Rosario Orrego, Carlos Escuti Orrego, Ramón Escuti Orrego, Rómulo Mandiola, Francisco Mandiola, Bruno Zabala, Federico Varela, Carlos Van Buren, Román Fritis, Olegario Arancibia, etc.

De los contemporáneos es difícil agregar nombres, porque así como el siglo XIX fue esplendoroso; en el siglo siguiente, el volcán atacameño se apaga. La cercanía; la falta de distancia y estudios, obligan a guarecerse en la prudencia.

Sin embargo, Salvador Reyes, Romeo Murga, Byron Gigoux James, Benigno Ávalos, Misael Escuti, Eladio Rojas, Osvaldo Castro “Pata bendita” son menciones, pero no de la cuantía de los anteriores; lo digo, a partir del aporte que hicieron específicamente a Atacama.

Hay otros nombres, como la primera farmacéutica de Chile, la primera profesional universitaria; las directoras del Liceo de Niñas de Copiapó, y los directores y muchos profesores del Liceo de Hombre, pero lo fundamentales son los primeros nombrados.

El caso de Guillermo Matta me parece notable; ya que, creo, es el atacameño más conocido en el mundo, aunque el poeta, Gerónimo Godoy, suele ahora ser más consignado, obviamente por ser el padre de Gabriela Mistral.

También nombraría, ahora, entre muchos genuinos atacameños, aunque no nacieron en Atacama, como son el caso de Juan Martínez, Moisés Arce, Enrique Ramos Madrid, Juan Serapio Lois, Domingo Carmona(sacerdote) y Ramón Arancibia.

Hay algunos nombres que hay estudiar y subir al podio. Entre otros: el Coronel Estanislao Medina, lugarteniente del gran caudillo argentino, Felipe Varela; del capital calderino, José María López, héroe que sobrevivió a todas las batallas de la Guerra del Pacífico; Bernardino Barahona, Gonzalo Matta, Manuel Antonio Romo, Valentín Magallanes, Juan José “Pope” Julio, Santiago Escuti Orrego, Telésforo Mandiola, Flora Normilla, Nicolasa Marambio de Montt, Hilarión Marconi; Salvador Reyes, padre del escritor del mismo nombre, Manuel Julio Prado, Ascanio Prado, Ángel Custodio Gallo, Lindor Arenas Fraga, José Tricó Vivanco, etc.

Tampoco podemos olvidar a los fundadores: Francisco Cortés Cartabío y Juan Melgarejo. Y, de fondo, el pueblo indígena: más que “Coya” o “Cunza” o “Diaguita”, es simplemente “Copiapoa”, y que resistió a tantas invasiones.

Hago notar la diversidad originaria de los atacameños. Eso también explica su riqueza y barroquismo cultural. Entre los europeos están: Jorge Cotton Williams(Caldera), Enrique Lavergne, Anastasio Abinagoitis, Andrés Wilson, Manuel Franke, Adolfo Jenequel, Enrique Bodeker, Roberto Roach(Vallenar), Mercedes Fritis Mackenney, etc. Y, la profusa raíz argentina: Carlos María Sayago, Pedro Pablo Figueroa, José María López, Guillermo S. Lorca, José Agustín Fraga, Lindor Arenas Fraga, etc.

Lo fundamental del ser atacameño está en las familias del siglo XIX: Gallo, Matta, Valenzuela, Torreblanca, Vallejo, Dolarea, Marconi, Ossa, Escuti, Orrego, Mandiola, Goyenechea, etc.

Pero, creo que el apellido más ilustre de Atacama es Godoy: nombre tomado por los indígenas, especialmente en el Pueblo San Fernando. Tiene un poeta, padre de una Premio Nobel; el descubridor de Chañarcillo; es el más numeroso apellido de la Revolución Constituyente y de la Legión Invencible —al decir de los peruanos— de la Guerra del Pacífico. No es paradojal, entonces, que los 2 hijos más notables de la región de Coquimbo también sean Godoy: Lucila y Pedro Pablo Muñoz Godoy.

Pedro León Gallo es la estrella inmortal que ondea en la bandera azul de Atacama.


Arturo Volantines.

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