El estudio de impacto ambiental que ponemos a su disposición, como casi todos los de su especie, trata de convencer que todo será una maravilla, donde nada se verá afectado, y al final no se perjudicará ni siquiera una lagartijita del desierto. Todos sabemos que la cruda realidad nos muestra que al final de las faenas mineras como esta, para las generaciones venideras queda la contaminación, y ni siquiera un mísero edificio, pues funcionan en feos containeres que también se llevan al final.
Basta mirar los relaves que adornan la parte sur poniente de esta ciudad Copiapó con su molesto polvillo, la playa de Chañaral, y el muelle mecanizado de Caldera por citar solo una ínfima cantidad de ejemplos. Además, estos EIA son casi todos iguales, pareciera que los sacan en serie de un modelo de la revista infantil Icarito, y después los agravan con declaraciones de impacto ambiental que pasan coladas, sin que las autoridades encargadas les pongan atajo.
Se observa que en la publicación se dice que existirían recursos minerales suficientes en calidad y cantidad en la cuenca del Río Copiapó.
¿No habrán querido decir recursos hídricos (agua dulce) que es lo que quieren en verdad?, y todos sabemos que ello no es efectivo y que por tal motivo algunos funcionarios andan persiguiendo a los pequeños y medianos agricultores, exigiéndoles flujómetros, patentes y otros costosos gastos.
Debe exigirse que esta agresiva actividad minera que se anuncia, ocupe agua de mar desalinizada, para eso sus dueños tienen recursos a su alcance, y van a ganar mucho dinero. Por último que las autoridades les ofrezcan la posibilidad de descontar ese gasto, pero no les permitan que liquiden a los medianos y pequeños agricultores que son los que perduran haciendo patria en este valle en las buenas en las malas y no se arrancan y despiden a sus trabajadores apenas bajan los minerales. No les dejen que contaminen las pocas reservas hídricas que nos van quedando en el Valle de Copiapó.
A no dejarse atropellar, a no dejarse seducir por los anuncios de falsos beneficios de algunos años, y hambre y muerte para el futuro, a no dejarse comprar las conciencias con los típicos y ya vistos “regalitos” tales como un insignificante jeep, o unos vulgares computadores reciclados, que más encima después descuentan de gastos.
Cuando estos atropellos pasan y pasan, con toda soltura, sin que nadie ampare el futuro del pueblo de Atacama, causa en sus habitantes una gran impotencia y por ello no es de extrañar que muchos ya estén hablando de otras vías para protestar contra esta ignominia y despojo.
Es la oportunidad para que dentro del plazo que se indica en la misma publicación, los agricultores y las fuerzas vivas de la comunidad de Copiapó, asistidos por sus representantes populares, se alcen en defensa de sus derechos y contra el vil despojo y cruel dilapidación de sus recursos, y presenten todas las observaciones, reclamos, y objeciones a este Estudio de Impacto Ambiental que se ha publicado. Si es necesario iniciar protestas habrá que hacerlo.
Debe exigirse que esta agresiva actividad minera que se anuncia, ocupe agua de mar desalinizada, para eso sus dueños tienen recursos a su alcance, y van a ganar mucho dinero. Por último que las autoridades les ofrezcan la posibilidad de descontar ese gasto, pero no les permitan que liquiden a los medianos y pequeños agricultores que son los que perduran haciendo patria en este valle en las buenas en las malas y no se arrancan y despiden a sus trabajadores apenas bajan los minerales. No les dejen que contaminen las pocas reservas hídricas que nos van quedando en el Valle de Copiapó.
A no dejarse atropellar, a no dejarse seducir por los anuncios de falsos beneficios de algunos años, y hambre y muerte para el futuro, a no dejarse comprar las conciencias con los típicos y ya vistos “regalitos” tales como un insignificante jeep, o unos vulgares computadores reciclados, que más encima después descuentan de gastos.
Cuando estos atropellos pasan y pasan, con toda soltura, sin que nadie ampare el futuro del pueblo de Atacama, causa en sus habitantes una gran impotencia y por ello no es de extrañar que muchos ya estén hablando de otras vías para protestar contra esta ignominia y despojo.
Es la oportunidad para que dentro del plazo que se indica en la misma publicación, los agricultores y las fuerzas vivas de la comunidad de Copiapó, asistidos por sus representantes populares, se alcen en defensa de sus derechos y contra el vil despojo y cruel dilapidación de sus recursos, y presenten todas las observaciones, reclamos, y objeciones a este Estudio de Impacto Ambiental que se ha publicado. Si es necesario iniciar protestas habrá que hacerlo.
Atentamente, Tú asamblea.
En este link se ve a don Rodrigo Moreno Prohens presidente de la comisión de aguas(que aparece en la publicación como Patricio) intentando infructosamente entregarle una carta a la presidenta.
En ella se manifiesta la inquetud de la comunidad por el abusivo e indiscriminado consumo de agua del valle para faena mineras en la parte baja del valle Copiapo.
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